
Después de finalizar las curas, nos embarcamos en la siguiente fase del plan: las vacunaciones. Esta actividad resultó ser mucho más entretenida y alegre de lo que habÃa anticipado. Los niños, con su energÃa y sonrisas, llenaron el ambiente de alegrÃa y risas.
Hoy fue un dÃa especialmente significativo para mÃ. Vacuné a más niños negros en una sola jornada que a niños blancos en toda mi carrera, lo cual me hizo reflexionar sobre las disparidades y la importancia de nuestra labor aquÃ. La diversidad y la comunidad que hemos encontrado son realmente inspiradoras.
Junto con Jan, nos encargamos de vacunar a más de 100 niños. Cada niño recibió, en promedio, tres vacunas, lo que significa que administramos más de 300 vacunas en total. Fue un trabajo arduo, pero extremadamente gratificante. La colaboración y el espÃritu de equipo entre todos nosotros fueron fundamentales para llevar a cabo esta tarea de manera efectiva.
El impacto de nuestro trabajo hoy no se mide solo en números. Cada vacuna representa una vida protegida, un paso hacia un futuro más saludable para estos niños. A lo largo del dÃa, pude ver cómo la preocupación inicial en los rostros de los pequeños se transformaba en sonrisas y alivio, gracias a la dedicación y el cuidado que todos pusimos en este esfuerzo.
Este dÃa no solo fue exhaustivo, sino también lleno de momentos que atesoraré siempre. La conexión con los niños, el compañerismo con mis colegas y la satisfacción de saber que estamos haciendo una diferencia tangible hicieron de esta jornada una experiencia inolvidable y sumamente enriquecedora..

Una Jornada Intensa
Hoy, debido a la gran cantidad de trabajo, no pude ir a Ndodk para curar el ojo de Binta. Le habÃa dicho a Siga que, si yo no podÃa ir, lo hiciera él, asà que espero que lo haya hecho. Sin embargo, mañana definitivamente tendré que ir yo mismo para asegurarme de que todo esté en orden. La responsabilidad de estas tareas es grande y es importante no descuidar ningún detalle, especialmente en situaciones tan delicadas como la salud ocular de Binta.
Tiempo para Jugar y Crear

Después de un dÃa tan intenso de vacunaciones, me quedé en la casa de la familia de Kumba. Pasé la tarde jugando y pintando con los niños, lo cual fue una excelente manera de relajarnos después de la ajetreada jornada. Los niños disfrutaron mucho de la actividad, y para mà también fue un momento especial, ya que pude conectar con ellos de una manera diferente a la del consultorio.
A pesar del cansancio acumulado por el esfuerzo del dÃa, estas actividades recreativas son esenciales para mantener el ánimo y la motivación alta. Además, permiten establecer lazos más fuertes con la comunidad, lo cual es fundamental para el éxito de cualquier campaña de salud.
La jornada de vacunaciones fue una clara muestra de cómo la colaboración y el trabajo en equipo pueden lograr grandes cosas. A pesar de los desafÃos, logramos vacunar a un gran número de niños, lo que contribuirá significativamente a mejorar la salud de la comunidad. Estoy ansioso por continuar con este trabajo y ver los resultados positivos que traerá a largo plazo.